¡QUEREMOS RESPUESTAS!

Hace unas semanas nos enteramos con estupor de que nuestro Secretario General don Borja Cabezón había decidido firmar un manifiesto de apoyo a la candidatura de Tomás Gómez a las primarias del PSM. Cuando la sorpresa inicial dio paso a la indignación nos preguntamos qué derecho tenía nuestro Secretario General para firmar algo así en nombre de una agrupación a la que jamás había consultado.

Esto no nos sorprendió demasiado, estamos acostumbrados a que el compañero Cabezón se burle descaradamente de los y las militantes de nuestra agrupación. Sin embargo, nuestra indignación fue en aumento cuando nos enteramos de que su Vicesecretario General, gran valedor y sapientísimo oráculo don Luis Ventura tenía la intención de prestar su apoyo, junto con sus acólitos, a la candidatura de Trinidad Jiménez. Esta decisión que nos parece acertada hizo que nos preguntáramos cuándo se iba a producir la dimisión como miembros de la Comisión Ejecutiva Local de nuestro Presidente don Mariano Bacigalupo, de nuestro Vicesecretario General don Luis Ventura, de nuestro Secretario de Organización don Javier Vales, del compañero don Amando Ruiz-Valdepeñas y de algunos otros compañeros que supuestamente apoyan la candidatura de Trinidad Jiménez y que nos imaginamos se sienten traicionados por la actitud de nuestro Secretario General.

Nuestra indignación siguió creciendo cuando se confirmaron las peores sospechas. Estos compañeros no tenían la más mínima intención de dimitir. Iban a seguir en su línea poniendo una vela a cada candidato. Los unos a Tomás, los otros a Trinidad. Ya encontrarían forma de pasar la factura. Estaba claro, la alianza contra-natura que permitió la elección de Borja Cabezón como Secretario General era la primera piedra de un edificio de mentiras, soberbia, intereses espúrios y mezquindades que los actuales dirigentes de la agrupación pretendían construir y no iban a retroceder antes de alcanzar sus objetivos.

Basten como ejemplo de su ética política unas frases que nos relataron algunos compañeros a los que les pedimos ayuda para entender el por qué de estas burdas maniobras.

Preguntado Luis Ventura en los días anteriores a la elección como Secretario General de Borja Cabezón sobre si existía alguna posibilidad de que apoyara dicha candidatura respondió sin ni siquiera sonrojarse: “ Por Dios, ¿cómo podéis preguntarme eso? Jamás. Borja es un niñato que no tiene ni “puta “idea de lo que es Majadahonda”.

Al querer saber un militante los motivos por los que nuestro diputado regional don Adolfo Piñedo apoyaba la candidatura de don Borja Cabezón, nuestro especialista en "supervivencia" y "escapismo" fue tajante: “Es un inútil pero ahora nos sirve”.

Creemos que estas dos frases, literales, son lo suficientemente elocuentes y nos ilustran a la perfección sobre el punto de indignidad al que son capaces de llegar estos "santos varones" de la Comisión Ejecutiva Local. Borja Cabezón era y es su marioneta. Lo saben y a pesar de que son perfectamente conscientes de su incapacidad política le apoyan. A uno le sirve para saciar sus afanes de notoriedad e intentar hacer realidad su sueño de convertirse en concejal de Majadahonda y al otro le ha servido para hacerse valer ante Tomás Gómez como comisario político de la agrupación majariega y para conseguir quién sabe qué otros favores. Ni que decir tiene que a nuestro insigne Secretario General esa actitud ventajista y absolutamente carente de escrúpulos de nuestros dos compañeros le pareció estupenda. Por fin hacía realidad sus delirios de grandeza y se sentaba en "la mesa de los mayores".

Ahora la situación se repite, don Borja Cabezón decide firmar un manifiesto dando el apoyo de Majadahonda a Tomás Gómez de forma totalmente antidemocrática y dom Luis Ventura sigue prestándole su apoyo. Bonita lección de ética y dignidad.La verdad es que si la situación no nos pareciera tan absolutamente escandalosa resultaría cómica. El problema es que en esta pelea nos estamos jugando algo extremadamente importante para muchísimos madrileños, para el futuro de nuestro pueblo, de nuestra región y eso no lo podemos permitir. Esperemos que los militantes reaccionen y exijan a estos miembros de la Comisión Ejecutiva Local que tengan la decencia de dimitir o de hacer dimitir a la marioneta que llevaron a la Secretaría General. En política no se puede o al menos no se debe estar a dos bandas. La agrupación de Majadahonda se merece recuperar la dignidad que el descaro y la desfachatez de estos personajes le han quitado. Los militantes de esta agrupación tienen derecho a saber qué ocultan estos pactos vergonzantes. No sólo tienen derecho a saberlo, tienen además el deber de exigir responsabilidades a los que por egoísmo, soberbia y codicia nos han estado mintiendo durante estos casi dos años transcurridos desde la elección de Borja Cabezón. No sabemos quién ha traicionado a quién pero en esta película hay un traidor... o ¿quizás son varios?